Personaje de Charys: Ayrish Diermissen

Ayrish nació hace 20 años en el seno de una reputada familia de científicos Lucrenses. Su padre Baldwin y su madre Caroline fueron dos de las primeras mentes reclutadas por el príncipe Lucanor en la época de la fundación de Wissenchaft. Cuando Caroline quedó embarazada por segunda vez, una extraña enfermedad se apoderó de ella. Cada mes de gestación demacraba más su rostro y mermaba sus facultades. Baldwin, que la amaba profundamente, decidió tomar una parte del “proceso” sobre el que llevaba años trabajando y aplicárselo a su mujer con la esperanza de que combatiera la enfermedad. Desgraciadamente para él, el cuerpo de su mujer rechazó el tratamiento y la enfermedad no hizo sino acelerar su curso. Al octavo mes de gestación, Caroline dio a luz a una bebé prematuro muriendo en el transcurso del parto. Loco de dolor Baldwin nunca volvió a ser el el que era, encerrándose para siempre en sí mismo y su trabajo.

Así fue como Ayrish llegó al mundo. Desde pequeña fue una niña enclenque y enfermiza, probablemente a consecuencia de la desafortunada manera en su madre vivió sus últimos meses. Con su padre casi siempre desaparecido, creció al amparo de su hermano mayor Kalahan, la única persona de la que recibió un poco de afecto durante su infancia. Al no poder seguir el ritmo de muchos juegos infantiles, se convirtió en una niña solitaria y meditabunda, siempre detrás de los libros que su hermano y su padre tenían esparcidos por toda la casa.

Cuando cumplió los 12 años Ayrish ya había demostrado con creces un talento inusitado para el aprendizaje, por lo que gracias a los contactos de su hermano consiguió entrar de forma prematura en la universidad de Du´Lucart. Allí paso 8 años de su vida, durante los cuales estudió 3 carreras diferentes y aprendió varios idiomas con los que poder acercarse al conocimiento extranjero. Durante su época en la universidad hizo pocos amigos, pero fueron muchos los profesores que se interesaron por su extraordinaria capacidad. Uno de ellos, Rahul, cambiaría su vida para siempre cuando le regaló su primer libro de ciencias ocultas. Con él en sus manos, Ayrish comenzó a comprender que la ciencia y las letras eran solo una pequeña parte de un conocimiento mayor, capaz de llevar al hombre más allá de los límites puramente humanos.

Extasiada por su descubrimiento, comenzó a explotar esta nueva vía del conocimiento con el fin de descubrir aquello que la medicina no había podido otorgarle: una forma de librarse de su debilitado cascarón humano y trascender a una nueva concepción de sí misma. Así fue como consiguió despertar en su interior el don que se le había sido otorgado al nacer. Muchas de aquellas tardes de su adolescencia las pasó al amparo de las lecciones de Rahul, el cual expandió su mente y la ayudó a comprender que la vida y la muerte no eran conceptos imposibles de dominar.

A los 20 años Ayrish ingresó, como ya lo había toda su familia antes, en Wissenchaft. Fue destinada a la 2ª división de investigación donde, ahora mismo, dedica su vida a estudiar el porqué de los efectos secundarios de los sujetos que han sido sometidos al proceso. Su mente fría y las implicaciones que su trabajo tienen para ella hacen que se tome la investigación muy en serio. Además, por primera vez en mucho tiempo, siente que se encuentra rodeada de gente con la que puede mantener una conversación mínimamente interesante.